miércoles, 11 de diciembre de 2013

Mitología japonesa primera parte.

Dioses


Amateratsu


La diosa del sol, Amaterasu Ō-Mikami o Amateratsu, es una de las deidades más importantes de la tradición sintoísta. Su nombre significa “Diosa gloriosa que brilla en el cielo”, y de ella emana toda la luz y la calidez. Nació del ojo izquierdo de Izanagi, al igual que sus hermanos Susanoo y Tsukuyomi. 

La tradición religiosa narra que su hermano Susanoo, en un rapto de furia (y en algunos relatos, embriagado) por haber perdido con su hermana una disputa, arrasó cultivos de arroz y canales de riego, y atacó el Palacio de los Tejidos en el que Amaterasu junto a sus damas, tejían el mundo, arrojando el caballo celestial contra los telares y matando a las tejedoras. Amaterasu compungida por la conducta de su hermano, se escondió en una cueva y selló la entrada con una roca. Así, los cielos y la Tierra, quedaron en completa oscuridad. El mundo empezó a marchitarse y los malos espíritus comenzaron a abundar. Los demás dioses afligidos por lo que sucedía, decidieron reunirse frente a su cueva, generando un gran bullicio para llamar su atención. Cuando Amaterasu, alarmada por el alboroto, salió a preguntar qué sucedía, le dijeron que una nueva deidad más poderosa había llegado, y cuando ella solicitó que se la presentasen, le mostraron un espejo. En él se reflejaba su maravillosa luz, y al verse en el espejo Amaterasu comprendió que se referían a ella. Así la luz volvió a brillar en el mundo.

A ella se le atribuye el origen sagrado de la familia imperial del Japón. Dado que según la tradición sintoísta, fue ella quien envió a su nieto a pacificar al mundo, y fue su bisnieto Jinmu el primer emperador del Japón.

Izanagi y Izanami.

Mitología japonesa: Izanagi e Izanami

En el comienzo nacen los primeros dioses, en la alta planicie del cielo. Al principio los dioses se esconden y es sólo al cabo de varias generaciones que aparecen el dios Izanagi y diosa Izanami. La creación del mundo comienza con ellos.

Al principio la Tierra estaba totalmente desordenada, era el caos. Los dioses ordenan entonces a Izanagi y a Izanami ordenar y consolidar la tierra. Para hacerlo, se les entrega una inmensa lanza muy decorada.

Izanagi e Izanami se colocan sobre el puente que flota en el cielo, puente que relaciona el mundo de arriba con el de abajo y sumergen la lanza en el océano. Al sacarla, una de las gotas que caen otra vez en el océano se transforma en una isla.

Izanagi e Izanami bajan del cielo y se instalan en esa isla. Construyen allí su casa y deciden unirse. Así, Izanami pone en el mundo numerosos hijos, numerosos Kamis. Izanami muere trayendo al mundo al Kami del fuego, que la quema. Su muerte desespera a Izanagi. Él intenta hacerla volver del mundo de los muertos "el país misterioso de las raíces", pero no lo consigue. 

Sin ella, él mágicamente da a luz a numeroso Kamis. En el momento de su viaje al país de los muertos, Izanagi sí encuentra Izanami, pero ésta le dice que no puede volver a la Tierra ya que ha probado el alimento de este país, pero que encontrará una solución. Además, le dice que no le mire en ningún momento. Desgraciadamente, Izanagi es demasiado curioso y no puede evitar mirarla y se transforma en un demonio furioso.
Izanagi tiene que huir al ser perseguido por los ocho dioses del trueno y todos los guerreros de los infiernos. Consigue huir y tapa la salida del reino de los muertos con un peñasco enorme. Izanagi consigue salvarse pero pierde para siempre a su esposa. Para limpiarse del viaje, se baña en el río. De ese baño nacerán más de diez Kamis, entre ellos la diosa Amaterasu, el dios del sol.
Tsukuyomi

Tsukuyomi (Tsukuyomi-no-mikoto), también conocido como Tsukuyomi-no-kami, es el dios de la luna en la religión shintoísta y la Mitología japonesa. El nombre Tsukuyomi es una combinación de las palabras japonesas "luna" (tsuki) y "lectura" (yomu). Otra interpretación es que el nombre combina las palabras "noche de luna" ("Tsukiyo") y el verbo "mirar" ("miru").

Tsukuyomi era el segundo de los "tres hijos nobles", nacidos cuando Izanagi, el dios que creó la primera tierra, Onögörö-shima, se bañó para limpiar sus pecados al escapar del inframundo y de la ira de su esposa Izanami. Tsukuyomi nació cuando Izanagi se limpió su ojo derecho, aunque en otra versión de la leyenda, éste nació de un espejo de cobre blanco que Izanagi sostuvo en su mano derecha.

Tsukuyomi ascendió a los cielos (Takamagahara) mediante la escalera celestial, donde vivió con su hermana, Amaterasu, la diosa solar, hasta que éste mató a Uke Mochi, la diosa de la comida, en una fiesta. Desde entonces, Amaterasu se enfadó tanto que no paró de moverse a través de los cielos, huyendo siempre de Tsukuyomi. Por esta razón la luna y el sol nunca se encuentran.

En otras versiones de esta historia, Uke Mochi fue asesinada por Susanoo.

Shinigami.


Un shinigami ( Dios de la muerte) es una personificación de la muerte en la mitología japonesa. 
Según la mitología, su función es velar y decidir quien muere y cómo, a veces hasta alimentándose de las almas humanas. Existe un gran misticismo alrededor de esta figura, ya que no se puede delimitar si es buena o mala, aunque -en las narraciones- muchas veces sus decisiones parecen cruentas y horribles. Pero a pesar de que las distintas religiones que les han dando un carácter demoníaco, su carácter es más neutral. Pertenecen a la casta baja de los dioses. Hay relatos que cuentan que estos dioses ayudaron a los humanos a cumplir ciertas tareas, y se dice que los shinigamis custodian la entrada a los dos Mundos en un plano que se podría denominar el Ethero.

El personaje occidental de La Muerte es un equivalente de los shinigamis. 

Susanoo


Cuenta la leyenda que Susanoo al poco de nacer confeso a su padre que preferiría vivir en el inframundo con su madre que en el cielo con el, Izanagi furioso decidió desterrarlo. Antes de que pudieran desterrarlo Susanoo fue a ver a su hermana Amaterasu, esta recelosa de que pudiera ser una trampa se armó con un arco y flechas, a partir de aquí existen dos versiones; 

 Susanoo para demostrar su buena fe propuso a Amaterasu engendrar hijos, Amaterasu confiada de su buena intención acepto pero con la condición de que este le entregara su espada, al hacerlo Amaterasu la destruyo con sus propios dientes y la partió en tres trozos que se convirtieron en tres dioses. Susanoo pidió a Amaterasu cinco collares los cuales se metió en la boca y al escupirlos nacieron 5 dioses. En este punto los dos hermanos comenzaron a pelearse por ver de quien era la custodia de los dioses que acababan de crear, Susanoo aseguraba que él los había creado por lo tanto debían ser suyos pero Amaterasu afirmaba que como las joyas eran suyas los dioses también debían de ser suyos. 

La otra versión narra como Susanoo reta a Amaterasu a un duelo, este duelo consiste en ver que dios es capaz de crear mas dioses, Amaterasu acepto el reto y para continuar coge la espada de Susanoo y la parte en tres trozos que se convierten en dioses entonces Susanoo coge los collares de Amaterasu y convierte los cinco en dioses, ambos discutieron para ver quien se debía quedar con la custodia de los dioses.

Hotei



 Dios de la abundancia y la buena salud. Es un hombre calvo y orondo con una túnica que lleva un rosario. En ocasiones lleva un pequeño saco donde están sus pocas pertenencias, representando que es feliz incluso en la pobreza.

Jurōjin


 Dios de la longevidad. Su aspecto es el de un anciano con una larga barba blanca y un cayado. A menudo le acompañan animales como ciervos, grullas y tortugas, ya que todos representan una larga vida.

Fukurokuju


 Dios de la felicidad. Tiene un bigote muy largo y una frente prominente. El libro sagrado que lleva tiene registrados los años que vivirá una persona. También es el único capaz de revivir a los muertos.

Bishamonten

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Dios de los guerreros. Lleva una lanza en una mano y una pequeña pagoda en la otra. Además de ser un formidable luchador, actúa como guardián de lugares importantes.

Benzaiten


Diosa del conocimiento, el arte y la belleza. Suele aparecer con un torii y por ello su imagen está en muchos de los templos de Japón, en especial aquellos cerca del mar. A veces toma la forma de una serpiente blanca, así que muchos japoneses creen que soñar con una es señal de buena suerte.

Daikokuten



Dios de la riqueza y el comercio. Se le puede reconocer por su cara regordeta y sonriente y por el gorro que lleva en la cabeza. También se le representa con un mazo mágico o con sacos de arroz y mijo.

Ebisu


 Dios de los pescadores y los mercaderes. Conocido al principio como Hiruko, lleva un sombrero alto y una caña con una gran carpa o un pargo rojo. Muchos restaurantes de pescado muestran su efigie por los valores que representa.




Bestiario.



Kodoma.


Kodama significa «eco» en japones (su significado literal es «espíritu de árbol»). Sin embargo, como su nombre está escrito en katakana (escritura fonética silábica japonesa), y no en kanji (escritura ideogramica.), también puede significar «bola pequeña» o «pequeño espíritu». En la mitología japonesa, los kodamas son un tipo de espíritu que vive en el bosque.

Los kodamas son espíritus míticos del Japón, habitantes de los bosques espesos. Por lo general tienen apariencia humana y cada individuo es único en aspecto y personalidad. Se dice que pueden presentarse en formas no humanas, y pueden aparecer hermosos o tan terribles como deseen. La mayoría se presenta teniendo una apariencia adorable. Sus cuerpos son semitransparentes, de un color verde pálido o blancuzco y de muy baja estatura.

Los kodama se supone son los espíritus de los árboles en general y no necesariamente representan a un árbol en particular. Algunos de ellos, sin embargo, están asociados directamente con un árbol específico. Se cree que estos espíritus pueden trasladarse a otro árbol, o renacer a través de su semilla.
La mayoría de estos espíritus se disgusta ante aquellos que no tienen respeto por el medio ambiente. Si un árbol es cortado irresponsablemente, uno o más kodamas pueden buscar venganza. La mayoría de estos espíritus son muy pacíficos y serenos, y les gusta compartir conocimientos y sabiduría con aquellos que saben cómo comunicarse con ellos. También son sorprendentemente fuertes y poderosos, dada su inusualmente larga vida y comunicación con el mundo y fuerzas más allá del entendimiento de muchos otros animales.


Temgu.


Un Tengu (天狗) es una forma de Youkai en la mitología Japonesa. En general, los tengu son sinónimos de los goblins en la mitología Occidental.

Existen dos subespecies de Tengu. Los karasu tengu, o tengu cuervo los cuales son similares a los cuervos antropomórficos con una estructura de cuerpo humano. También se encuentran los yamabushi tengu los cuales parecen tener mas forma humana, pero tienen cuerpo rojo y narices muy largas.

Los Tengu algunas veces son descritos como seres dañinos y algunas veces malicioso. Son conocidos por hacerles bromas a los humanos. Aunque ellos son orgullosos y arrogantes, casi siempre son culpables de los daños. También son asociados con el arte de la guerra y la política.

Entre los objetos a menudo asociados con los tengu se encuentran el shakujo, unos báculos en forma de anillo usados para la magia y combate físico; el tokin, un sombrero con una forma rara, la cual es usada como copa; y el abanico hauchiwa, el cual está hecho de hojas de Aralia Japonés o de plumas y se dice que tiene el poder de crear grandes rafagas de viento.

Yamabiko.


El Yamabiko es uno de los Yokais mas misteriosos de Japón. Se trata de un espíritu arbóreo muy raro de ver que habita en los bosques montañosos, y su habilidad consiste en la reproducción e imitación de cualquier sonido; es decir, se trata de un espíritu-eco. Es representado como un pequeño humanoide parecido a una cabra en posición sentada. Siempre repetirá cualquier sonido creado por los humanos, y se cree que cuando gritas en la montaña, es un Yamabiko quien te devuelve el eco.

Es muy raro de ver, pero si alguien intenta tocarla, sentirá que su mano pasa a través de un líquido viscoso.
Prefieren vivir en las montañas y en valles para intensificar su eco,pero también pueden vivir en cuevas. Como hemos dicho, es un yokai extremadamente raro de ver y casi nunca se muestra, siempre se escucha, y si alguien intenta hablar con él , repetirá lo que la persona le haya dicho antes de responder. Por ejemplo ``Como te llamas?´´ ``Como me llamo? Me llamo Yamabiko.´´

Muy poco se sabe de este yokai, y incluso hoy en día todo él está envuelto en misterio.

Yamawarawa.



Yamawarawa, usualmente llamada yamawaro,es una criatura de las montañas de Kyūshū, que a veces toma la forma que toma kappa en invierno.


Bibliografia.